sábado, 20 de febrero de 2010

Viviendo Historias Imposibles...

Muchas veces he pensado sobre los sueños, sobre las ilusiones, sobre nuestra tan maravillosa y sorprendente imaginación, podemos ser tan creativos con aquello que nos gusta, al menos yo soy capaz de inventar una linda y hermosa historia de amor, de pasión, de lujuria o de lo que sea en unos pocos minutos, cada vez que me cruzo con aquella linda chica por la calle, en el micro, en una bodega, en un restaurante, en el supermercado, y lo mejor de todo, en una disco, en fin, la circunstancia no importa, solo importa que me la encuentre y que robe mi atención. Es tan interesante cuando suceden estos momentos, se que lo más probable, lo más cerca que pueda estar de esta chica, son solo los centímetros de distancia que nos separan, y que sea la primera y última vez que la vea, pero ese cosquilleo característico que se siente en el estómago cuando se cruzan las miradas y decimos por dentro -me miró!!- ese temblor general, como electricidad que nos pasa por el cuerpo, cuando se vuelven a cruzan nuestras miradas, es suficiente para que nuestro cuerpo genere endorfinas, una droga natural del cuerpo, y active nuestro subconsciente para que éste empiece a recrear una historia imaginaria, en donde los protagonistas de la historia, película o novela, solo somos ella y yo, en donde los dos somos felices, en donde los dos sienten amor sincero, o pasión y lujuria (según sea el caso), y en donde las cosas salen tal como nostros queremos, en otras palabras, inventamos la historia perfecta, entonces camino y camino, sonriendo a la nada, pensando solo en aquella ficción, que es como una película que se auto genera en la mente, una película muy interesante y elocuente, tanto así que en ocasiones daríamos cualquier cosa para que todo aquello sea verdad. Y es tan irónico todo, que una vez que termina aquella película inventada, luego nos olvidamos por completo de lo que estuvimos pensando, y volvemos a la realidad, a pisar tierra, a bajamos de nuestra nube, vuelven nuestras penas y alegrías una vez más a nuestra mente, los gratos y malos recuerdos, nuestra agenda se vuelve a activar en nuestro cerebro, y empezamos a realizar las actividades que teníamos en mente, y eso es todo. Pero y entonces ¿Qué sucede con éstas historias?, pero si eran tan lindas y perfectas, ¿Por qué no escribir un libro contando la historia? sería muy interesante guardar nuestras memorias, guardar momentos que alguna vez fueron importantes para nosotros, en los cuales involucran a personas reales, que muchas veces no tienen ni idea de que en algún momento fueron importantes para nosotros y marcaron parte de nuestra historia. Entonces eso es lo que pretendo con esto, escribir mis memorias, las que más recuerdo de todas, aquellos momentos fugaces que me hicieron sonreír, que me hicieron sentir el galán de la novela, el héroe de la película, el tonto del chiste, como Jack junto con Rose dentro del auto en Titanic, como el director de la orquesta, como Shreck emocionado que va en rescate de Fiona, como Peter Parker peleando contra Venom y el hombre de arena para rescatar a su amada MaryJaine, como Rocco en París, como Mandraque de la serie de HBO, como pantaleón y las visitadoras. Por cierto, cabe recalcar que todo esto sucede en la tan creativa imaginación, adoptando el personaje necesario para la escena que se nos viene a la mente, ya ven, no es necesario el uso de drogas o estupefacientes para darse una completa alucinada y sentirse bien por algunos segundos, no es necesario, como dice mi querido y estimado Tío Lucio, fumar esa cochinada tan rica, para sentirse bien y poder imaginar todo

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